sábado, 20 de enero de 2007

Las cacerías ilegales del Rey, protegidas por la Audiencia Nacional



Serie. “Temas tabú” 1

Análisis socio-antropológico de la caza del oso Mitrofan, del contexto internacional de la noticia, de la autoría real, de la corrupción de las burocracias europeas, del silencio en España, de la persecución de un filósofo, y de los fiscales de Audiencia Nacional que siguen violando los derechos de los ciudadanos.
Y más silencio de las mayorías.


"Dios creó seres tan sumamente inútiles y desvalidos, que les hizo nacer Reyes para que pudieran subsistir".

Rey Francisco José I de Austria, citado por Nicola Lococo.

Muy raras veces los reyes dicen verdades como ésa, pronunciada por José I de Austria. Más bien se dedican a perseguir a los que dicen públicamente verdades sobre ellos.


Nos enteramos por Internet que Javier Zaragoza, fiscal de la Audiencia Nacional, persigue al filósofo vasco Nicola Lococo por informar de la reincidente e irresponsable caza ilegal de osos del Rey Juan Carlos. El fiscal le acusa del grave delito de injurias al Rey por un artículo justo y razonable donde se dedica a informar a los lectores de Gara y Deia que el rey mató ilegalmente a un oso domesticado de un parque nacional ruso.

Es una gran injusticia. Y el fiscal Zaragoza debería ser investigado y expedientado por amenazar y violar el derecho a expresarse, a informar y a reflexionar. Lo deberían echar por ver delito donde no hay delito y por estar injuriando a los millones de ciudadanos que respetamos el derecho y la libertad de expresión.

Según el fiscal Zaragoza, decir las verdades al rey, es algo así como injuriarle. Así está el patio y el nivel democrático del Reino. Hay que ser un esbirro bien adoctrinado y sumiso para inventarse la acusación de injurias. Hay que carecer de dignidad por arrodillarse y rebajarse a escribir acusaciones inquisitoriales, propias del franquismo.

Otra razón de la reincidencia del Rey en cacerías ilegales es la impunidad ¿Por qué siguen robando la mayoría de alcaldes y políticos? Porque tienen impunidad. Las cacerías ilegales siguen y se repiten a pesar de denuncias, debido a la impunidad que generosamente los políticos han otorgado al Rey. Si se le quita la impunidad, de seguro se acaban esos pasatiempos feudales.

Los resultados de la última cacería ilegal de Juan Carlos I son:

- El oso pardo Mitrofán, apacible y alegre, fue la víctima de un tiro real.

- Carta condenatoria de Brigitte Bardot al cazador investigado en Rusia: “deje las armas, que usted ya es mayor para ir apretando el gatillo y matando animales indefensos por el mundo”. Toda una metáfora sociopolítica.

- Una prueba más de la censura implícita, velada, antidemocrática y real, que muchos desinformados españoles ni siquiera saben de su existencia. El Rey no ha sido elegido democráticamente, ni permite un referéndum sobre sus poderes y privilegios, provenientes en parte del franquismo. Se mantiene por la censura y el consenso del miedo.

- La mayoría de periodistas se han callado ante las actividades ilegales del Rey. Lo que nos demuestra que estamos ante un país de periodistas sumisos, cobardes, y colaboradores que ni siquiera osan informar de lo hacen los gobernantes.

- Sigue el silencio de intelectuales y políticos ante las violaciones sistemáticas y los abusos de poder de la Audiencia Nacional. Ni se cuestiona al Rey por sus viajes privados, ni se defiende a Nicola Lococo, ni se investiga al fiscal Javier Zaragoza.

- Se transforman las ilegalidades del Rey en injurias de Lococo contra el Rey. Se persigue al mensajero y cronista que anuncia malas nuevas sobre el Rey.

- Descubrimiento de un nuevo filósofo social y cronista: Nicola Lococo, quien además es un buen ajedrecista.

- ¿Quién está pagando el flete de los aviones militares que utiliza el Rey para ir a matar osos? ¿Quién paga los guardaespaldas que le acompaña? ¿Quién paga los gastos de sus viajes secretos y sus cacerías ilegales?

Comparemos…

Si Carod Rovira, Otegui, o cualquier político, opuesto a la monarquía, tuviera afición a actividades ilegales, como las cacerías que practica el Rey, ya haría años que la Audiencia Nacional los hubiera investigado y condenado. Son así las monarquías: al rey, coronado por Franco, se le protege, a los elegidos democráticamente, se les persigue

Imaginemos que el aficionado “X” a la cacería en vez del Rey es un opositor relevante (por ejemplo, Carod Rovira, o, Otegui). Tendríamos un guión diferente, más o menos como sigue:

Los medios, en vez de callar, se habrían echado encima a “X” como carroñeros, exagerando como siempre, y el escándalo hubiera sido portada y titulares durante varios meses.

La asociación de periodistas, en vez de callar ante la persecución de un periodista y de los directores de Gara y Deia, habrían condecorado y premiado al periodista que hubiera investigado y publicado las cacerías ilegales de “X”(Otegui o Carod u otro) en el extranjero o en tierras españolas.

Los intelectuales, en vez de callar contra los desmanes de la Audiencia Nacional, publicarían sendos artículos contra el irresponsable cazador “X” (Carod o Otegui), su conducta bárbara, reprobable, violenta, transgresora, las vergonzosas ansias de matar a animales indefensos, su falta de ética, y muchas cosas más, que no puedo decir, ya que podría entrar en lo de injurias al rey, pues nunca se sabe, según alguno de esos retorcidos inquisidores. Lo que si puedo sugerir es que Fernando Savater escribiría en el País, sus habituales rabiosos artículos contra los opositores a los poderes, y si el cazador denunciado e investigado, fuera Otegui no se cortaría en insultos , injurias y exabruptos, y lo aprovecharían para imponer sus sofismas, dogmas, deduciendo y generalizando que los opositores y el vulgo no quieren dejar las armas, que siguen teniendo el malsano gusto de apretar el gatillo, que no se debe dialogar con este tipo de gente que reincide en el uso de las armas y actos contra las leyes vigentes. Y Savater habituado a vociferar “asesinos y terroristas” contra los militantes de batasuna, lo repetiría contra X, si fuera militante de Batasuna.

¡Pobre tipo!, luego llora de que no le dejan expresarse, que no puede decir esas barbaridades en el País vasco, y que no le dejan desahogar su odio contra los independentistas de Batasuna en la Universidad.

Los políticos del PP, en vez de ocultar las cacerías ilegales del Rey, condenarían enérgicamente las conductas irresponsables del político “X” (Carod/Otegui), con argumentos similares a los de Savater y demás fachas,(barbarie, incivismo, irrespeto a las leyes), y hubieran exigido que todos los demás partidos y políticos condenaran al personaje “X” por su mal ejemplo, por ser reincidente en el mal uso de armas, usadas para matar sin ética ni conciencia. Asimismo hubieran exigido a “X” “que deje las armas de una vez y definitivamente” quitándole la licencia, y si tuviera inmunidad, o privilegio como representantes del pueblo, se dedicarían a quitarle esta inmunidad o privilegios para que no volviera a utilizar las armas.

La Audiencia Nacional no investigaría a los periodistas, aunque exageraran la noticia, y aunque injurian a “X” con insultos de todo tipo, sino que investigaría al propio “X” por matar a un oso de un parque nacional. Y por supuesto se le investigaría asimismo por cacerías anteriores, y por cacerías desconocidas, y los posibles delitos de malversación de dinero público en cacerías privadas, corrupción de funcionarios, el origen de las armas y a los ciudadanos que le hayan colaborado y facilitado tales cacerías ilegales, y a los que hayan impedido la investigación.

El oso pardo Mitrofán, desconocido en España, y considerado en el extranjero como el oso más famoso después de muerto, por las circunstancias macabras e innobles de cómo fue matado, se convertiría en todo un símbolo en España, y sería tan famoso como copito de nieve. Sería una leyenda viva, un mito. Se harían documentales lacrimosos y emotivos sobre su apacible vida en el parque y su trágica muerte después de ser emborrado, enjaulado, secuestrado y abandonado en un bosque donde “X” de España le puso fin con una bala fácil. El oso Mitrofán seria en España todo un emblema y víctima inocente, símbolo de la barbarie de un político opositor… El PP, que no ha querido condenar al franquismo, obligaría a todos los políticos y cargos públicos que condenaran el asesinato del oso Mitrofán, y harían campañas mediáticas, manifestaciones con el lema “basta ya de matar animales” y se convertirían de golpe en los defensores de los animales. Y el que no condenara el asesinato del oso Mitrofán realizado por “X” (imaginemos a Otegui, Carod) sería considerado antidemocrático, anticonstitucional, anti-mayorías, que estarían condenando a diario el crimen del oso Mitrofán.

Pero como el matador fue el propio rey, en España el oso Mitrofán no existe y según la Casa Real, las versiones que se cuentan en el extranjero son ridículas. Con cuatro palabras, archivan el tema. Y nadie pregunta. Y Nicola Lococo, quien habló del tema cuatro meses después (hace quince días) es perseguido por la Audiencia Nacional.

Parece ser que al fiscal no le gustó que Lococo nos instruyera de que existió un rey visigodo, un tal Fabila, que yendo de cacería fue descuartizado por un oso pardo. Es una información que ni el Rey, ni el fiscal, ni el 99% de los españoles deben saber, y es de agradecer enterarse de semejante regicida, y no es tema para perseguir a nadie informar que hace 10 siglos un oso mató a un rey español, o lo mucho que debemos a la Revolución Francesa por cargarse a los borbones con la guillotina, sin dejarles opciones a que los militares vuelvan a colocarLos en el trono.

Nos siguen explicando y escribiendo la historia al revés.

Felí d'Empordà, 14 enero, Barcelona

1 comentario:

romanidemata dijo...

I ja saps que hi ha gent que per haver nascut blaus tenen patent de cors